Atrévete a soñar

If you can dream about it, you can do it. - Walt Disney

martes, 16 de octubre de 2012


CAPÍTULO 16

Cuando quisimos girar las cabezas para mirarles, la mano de Belén estaba sobre el pecho de Harry, y ella, toda empapada, se había separado de él unos cuantos centímetros. Pude notar la preocupación en su cara, y la tristeza en los ojos de él.

-¿Qué acaba de pasar? -le pregunté a mi novio rozando la histeria.

-Tranquilízate, cielo; no lo sé, estaban a punto de besarse cuando Belén ha hecho ese gesto -la voz de mi amiga nos interrumpió:

-Harry, yo te amo, más que a nada en esta vida, pero no quiero ser una más en tu lista de romances -decía seria y triste mientras se quitaba los mechones encharcados de la cara. Tuvo que tomar una bocanada de aire antes de continuar -. Odio las relaciones a distancia, y estar tanto tiempo sin verte cuando os fueseis de gira me sería imposible, no podría sobrellevarlo.

-Pero...

-No sabes lo difícil que es para mí tener que decirte esto -le cortó-, nunca pensé que me fueses a querer, sólo en mis mejores sueños, pero no quiero sufrir más de lo necesario. Lo siento -dijo ella, pero no pudo mantener la compostura y le falló la voz antes de dirigirse hacia nosotros, que la mirábamos con preocupación y tristeza.

-Belén -dijo Harry con fuerza, se estaba aferrando al último rayo de esperanza como si en ello le fuese la vida. Se tomó un momento antes de decirlo-. Te quiero.

- Y yo, Harry, y yo. No sabes cuánto- contestó ella en un susurro, sin girarse.

Yo observé cómo Harry miraba a los chicos y los cuatro le respondían con un asentimiento de cabeza. Intuí que estábamos a punto de descubrir otra de sus sorpresas.

-Hemos pensado tomarnos un año sabático para pasarlo entero con vosotras. Tenemos muchos planes que consultaros. Queríamos pasar todo el tiempo que nos fuese posible a vuestro lado, y la verdad, ya pensaba en un futuro junto a ti -no hubo contestación de parte de mi amiga, tan solo detuvo sus pasos, y María y yo nos miramos con los ojos como platos y la boca abierta, esto sí que era para desmayarse; sabíamos que nuestra amiga sentía lo mismo en estos momentos.

Levantó la cabeza y nos miró a las dos a los ojos buscando consejo, pero nosotras la mirábamos todavía digiriendo las palabras de Harry, petrificadas.

- ¿¡A qué esperas?! -nos sorprendió María, pero todos supimos a lo que se refería. No podía haberlo dicho mejor.
-¡Corre!- dije yo, y se la iluminó el rostro de pura felicidad, bajo la fuerte lluvia y las nubes grises.

Dio media vuelta y salió corriendo hacia Harry. Él la recibió en un enorme abrazo y la levantó en el aire dando vueltas y vueltas, como si de una pluma se tratase.
Y, por fin, sucedió: antes de que los pies de Belén tocasen el suelo, los labios de ambos se juntaron, creando uno de los besos más tiernos que he visto jamás. El primer beso bajo la lluvia de nuestras vacaciones había sido adjudicado a la flamante pareja. «Bendita tormenta de verano» casi pude leer la mente de mi amiga. Yo estaba segura de que todos recordaríamos este momento: el precioso comienzo de una de las relaciones que se habían formado durante este verano, al igual que el principio de la primera: Niall y María, y la segunda: Zayn y yo; todas con una forma diferente de describir la perfección.

Mi felicidad seguía en aumento, y cuando al fin logré procesarlo y entender que íbamos a pasar todo un año con nuestros chicos, no pude evitar levantarme e ir corriendo, dando saltos, cantando y gritando hacia Harry y Belén para darles la enhorabuena, abrazarles y besarles mil veces en las mejillas, por lo que acabé tan empapada como ellos; me sentía eufórica. Y como María tiene una personalidad tan parecida a la mía, tardó pocos segundos en entrar en este mismo estado, parecíamos unas auténticas dementes. Todos los demás se reían de nosotras, pero cabe decir que ellos se sentían igual, aunque no se expresasen de esta manera.

Zayn vino y me dio un fuerte abrazo, al igual que Niall hizo con María; Liam con Danielle y Lou con Eleanor. Este abrazo consiguió hacerme parar y mirarle, íbamos a compartir todo un año juntos, él y yo, con nuestros mejores amigos: ¿qué podría salir mal?
Me quedé pensativa; seria y perdida en sus infinitos ojos, pegada a él bajo la lluvia que no tenía intenciones de amainar, segura de que lo que estaba pasando por su cabeza era muy parecido a lo que pasaba por la mía.

Me di cuenta de la magnitud de lo que esto significaba: nuestra relación se iba a solidificar realmente, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, y en un año hay tiempo para muchas cosas. De repente, me puse nerviosa.
Se acercó a mí y me besó, descolocando mis pensamientos y haciendo que me centrara única y exclusivamente en nosotros; en nuestro momento.

El bus llegó y nosotros nos sentamos de dos en dos (imaginaros qué parejas hicimos), aunque yo no podía parar de pensar en el año que estaba a punto de empezar para nosotros…
Todo un año con Zayn, Niall, María, Liam, Danielle, Louis, Eleanor, Harry y Belén.

sábado, 13 de octubre de 2012


CAPÍTULO 15


El momento en el que las miradas de ambas parejas se cruzaron fue lo más bonito que he visto en mi vida.
Liam se quedó petrificado, y Louis salió corriendo hacia Eleanor, que se quitó los zapatos, tiró su maleta al suelo e hizo lo mismo. Fueron un abrazo y un beso de película. Increíble.
Danielle nos saludó con la mano y empezó a andar emocionada hacia Liam. Cuando él pudo reaccionar, corrió también hacia ella y se fundieron en un tierno y apasionado beso. Yo abracé a Zayn y le miré sonriente, esto parecía un cuento de hadas; las lágrimas estaban a punto de brotar de mis ojos.
Al ver a María y Belén llorando, no pude aguantar más, y fui a abrazarlas.
-Este es el mejor plan que hemos hecho en nuestras vidas -dije entre sollozos.
-Hacemos un gran equipo, chicas -dijo Belén emocionada.
-Sois las mejores -contestó Maria.
Nos separamos para ir a presentarnos a las chicas, pero vimos que ambas parejas seguían todavía unidas. Nosotras nos miramos sonrientes y volvimos con Harry, Niall y Zayn. 
Lo que pasó nos sorprendió a todos los que estábamos mirando: Harry y Belén se dieron un abrazo de lo más tierno, pero todos supimos que detrás de ese abrazo se escondía el sentimiento más grande que una persona puede sentir: el amor. Todos nos quedamos sin palabras, y Belén, María y yo intercambiamos miradas y sonrisas de pura felicidad. ¿Cuánto tiempo quedaría para poder ver su primer beso? Las ganas y la emoción me comían por dentro.


Cuando Payzer y Elounor se separaron, fuimos hacia ellos para presentarnos a las chicas, ¡por fin!
-Hola, yo soy Clara - dije tímida y sonriente, y cada una me dio un abrazo.
-Encantada -dijeron ellas a la vez; se podía ver la felicidad que albergaban.
-Yo soy María.
-Y yo Belén.
-Y nosotras somos Danielle y Eleanor - dijo Danielle bromeando, y nosotras nos reímos.
-Lo sabemos -dijo Belén sonriente.
-Muchas gracias por haber hecho esto por nosotras, chicas. Estoy segura de que vamos a llevarnos realmente bien -dijo Eleanor. Qué fuerte. Yo no pude hacer otra cosa que no fuese sonreír como una idiota, pero me sentía mejor que bien.
Cuando terminamos con las presentaciones, fuimos con los chicos.
-Tenéis unas novias preciosas, chicos -dijo Danielle mirándonos a los seis.
-Pero... yo... yo no tengo novio... -dijo Belén sonrojada y cabizbaja.
-Ah, lo siento, creí que... Lo siento - contestó ella mirando a ambos, pero no pudo reprimir la sonrisa.
-No te preocupes, no pasa nada -dijo Harry, yo diría que feliz. Yo no podía parar de sonreir, ¡cada vez quedaba menos!

Nos dispusimos a volver por fin a casa de Belén, para pasar lo que quedaba de vacaciones los diez juntos. Esto iba a ser genial. Lo malo es que cuando salimos a la calle estaba cayendo una tormenta impresionante: el cielo estaba totalmente cubierto y la lluvia era tan intensa que se veía a poco más de cincuenta metros, partiendo de mis fantásticas habilidades para calcular distancias, que creo que soy la persona viva más torpe en medirlas.
Pensamos que sería buena idea coger un bus, ya que a esta hora había muy poco tráfico y en la parada no había nadie; <<Debe ser temporada baja>> pensé. Nos sentamos bajo el pequeño techo de la parada y nos dispusimos a esperar; faltaban 31 minutos para que llegase el próximo autobús, menos mal que hacía calor.
Entre risas y palabras con las que nos poníamos al día con Eleanor y Danielle de todo lo que había pasado este verano, Harry se levantó y sujetó a Belén de la mano, pidiéndole que le acompañara a unos escasos 10 metros, aunque estaban en todo el medio de la carretera, bajo la torrencial lluvia. Mi corazón empezó a latir estratosféricamente  cuando vi la escena: el uno frente al otro, mirándose a los ojos, sin articular palabra; pensé que podía oir el latido de mi amiga al compás del mío.
María y yo nos miramos con la cara llena de expresiones: sorpresa, emoción, deseo de que esto pasase ya... Pero cuando quisimos girar las cabezas para volver a mirarles...

martes, 18 de septiembre de 2012

Capítulo 14

Allí estaba él, caminando hacia nosotros con esa perfección y misterio tan característicos suyos, aunque lo que realmente me intrigaba eran sus manos, escondidas tras su espalda.
Finalmente llegó y se puso frente a mi.
-Esto es para ti, mi pequeña gran flor -me dijo.
Sacó de detrás de sí un ramo de rosas, claveles, margaritas y tulipanes con pequeñas plantitas acompañando. Era más que precioso. Me quedé pasmada ante tal acto, por lo que Zayn tuvo que acercarse más a mí y posarlo en mis manos, mientras yo era incapaz de desviar la mirada de sus ojos, que eran de un brillante color miel a la luz del sol. Por fin logré reaccionar y le abracé lo más fuerte que mi cuerpo me permitió, con cuidado de no estropear el ramo, y puse mi cabeza en su hombro, aunque todavía sin articular palabra alguna.
-¿Te ha gustado? -me dijo al oído. Me palpé la cara, y como era normal en mi en casos como este, estaba ardiendo, así que estaría roja como un tomate.
-Claro que me ha gustado, Zayn. Lo que no sé es cómo has sabido que me encantan las flores, y menos aún, cuáles son mis favoritas... Lo adoro, igual que a ti, mi vida. - esbocé una sonrisa y él me besó en los labios con ternura.
-Has de saber que tengo muy buenos contactos, princesa - dijo mirando a María y Belén mientras ellas nos sonreían.
-Hay que ver cómo sois... -Me reí y le volví a besar, y fui a abrazar a mis chicas favoritas.
Quizá la vida esté llena de pequeños momentos, pero la mejor está formada por miles de ellos, miles de momentos como los que llevábamos viviendo nosotras ese verano.

Metimos mi ramo de flores en el maletero con mucho cuidado y reanudamos el viaje, ¡sin pausa hasta Barajas!

Ya no pude volver a dormir, así que estuvimos charlando los cuatro. Se me hizo bastante corto gracias a las tonterías de las que íbamos hablando, las cosquillitas que Zayn me iba haciendo en los brazos y los nervios por ver a Eleanor y Danielle, que muchas veces no podía controlar y hacía cosas raras a causa de ellos. ¿Qué pensarían los chicos? Me reía sola nada más de imaginarlo.

Sonaron los frenos, ¿habíamos llegado ya? Eché un vistazo por la ventanilla, y así era. Mi corazón empezó a latir rápidamente. Me había pasado un rato largo embobada en el cuello de mi chico, que se había quedado dormido en mi hombro y le había estado haciendo caricias mientras hablaba con Niall y María.
-Ya hemos llegado, ¿verdad? -preguntó Niall. En ese momento, María y yo nos miramos pensando lo mismo.
-Díselo, sabrán guardar el secreto -dije sonriendo a Niall -, pero espera que despierte a DJ Malik y se lo contamos a los dos.
Esto fue lo que hice, y María empezó a hablar:
-Chicos, lo primero de todo es que no le podéis decir nada a Liam ni a Louis bajo ningún concepto, ¿vale?
-Trato hecho -dijeron ellos intrigados.
-Vale, a ver... En realidad no hay niguna tía de Belén, hemos venido aquí para recoger a Danielle y Eleanor, que lo más seguro es que estén aterrizando o a punto de hacerlo -dijo ella sonriendo.
Niall y Zayn se miraron con los ojos como platos.
-Nos estáis tomando el pelo, ¿no? - dijo Zayn
-No cuñado -dijo ella riéndose y mirándonos a los dos-, estamos completamente en serio. No sabíamos cómo agradeceros todo esto, y ya que Louis y Liam eran quienes tenían novia, ¿qué mejor sorpresa que esta?
-Aunque nos pesa mucho no haber podido contactar con vuestras familias -añadí yo tristemente.
-Ya sabes que con teneros a vosotras nos vale, y podemos ver a nuestras familias siempre que queramos. Además, hablamos mucho con ellos, así que no os preocupéis -dijo Niall sonriente y comprensivo.
-Awww, sois geniales, chicos. Muchas gracias- sonreí.
-No nos las tenéis que dar, mi niña, en todo caso seríamos nosotros a vosotras. Pero de todas formas, esta es la mejor sorpresa que les podíais haber dado a los chicos, os van a estar eternamente agradecidos - me dijo Zayn. Yo miré a María con cara de emoción.
-Es cierto. Y respecto a Harry y Belén... todos sabemos lo que va a pasar, y diría yo que no dentro de mucho. - dijo Niall con una sonrisa picarona, y todos nos reímos.
-Bueno chicos, ahora tenemos que coger a Harry por banda y contarle toda la verdad- dijo María.

Entre los cuatro nos salió genial: Zayn y Niall apartaron a Harry y Belén de Louis y Liam para contarle el plan a Hazza mientras nosotras les entreteníamos. Supuse que la reacción de Harry fue parecida a la de Niall y Zayn, ya que puso una cara que lo delataba.
Conociendo la sorpresa los seis, lo único que nos faltaba era algo que inmortalizara el momento que estaba a punto de ocurrir, y Harry puso a mano la cámara grabadora que se había traído a las vacaciones.

El móvil de Belén empezó a sonar.
-Es Eleanor, voy al baño a hablar con ella, ahora os cuento - nos susurró en español.
-Vale, te esperamos en la puerta por si necesitas algo - dijo María
-Okay -contestó ella, y se metió al servicio.

Estuvimos en la puerta esperando unos minutos que se nos hicieron eternos.
-¡Chicas, pasad! -nos dijo Belén con un aire entre nervios y emoción. Obedecimos y empezó a explicarnos:- Están esperando a que salgan sus equipajes del avión, y me han preguntado que si podemos reunirnos allí, que ellas no conocen el aeropuerto.
-¡Claro que podemos, vámonos! -dije yo casi gritando del entusiasmo.

Salimos del baño con los corazones en un puño, les dijimos a los chicos dónde teníamos que ir a por "la tía de Belén" y fuimos caminando hacia allí. Harry comenzó a grabar.

Giramos una esquina, y por fin, allí a lo lejos estaban Danielle y Eleanor, sentadas en unas sillas al lado de la cinta transportadora, con sus maletas junto a ellas. Pude ver sus preciosas sonrisas dirigirse hacia nosotros; ellas también parecían emocionadas.
-¿Dónde está tu tía, Belu? -preguntó Liam. Parecía que todavía no las habían visto, ni Lou ni él. Quizá es que a quien menos esperasen encontrarse aquí era a sus chicas...
-Mirad allí -señaló Belén con la voz entrecortada...

jueves, 16 de agosto de 2012

Capítulo 13


Escuché el lejano sonido de una guitarra… Era la de Niall. Pensé que estaría soñando, pero su voz y la de los demás, y las palmas de Louis, Liam, Harry, María y Belén cantando ‘It’s time to get up’ me hicieron darme cuenta de lo contrario. Abrí los ojos lentamente y lo primero que vi fue el cuello de Zayn, habíamos dormido toda la noche abrazados, nunca había descansado tan bien.

Adoraba esa canción, qué recuerdos tan divertidos y bonitos me traía. Me incorporé con gestos perezosos, me estiré y bostecé. Sonreí.
-Buenos días, chicos y chicas.
-Buenos días – me contestaron los seis.
-Me encanta cómo nos habéis desperta… -dije justo antes de mirar a Zayn y ver que seguía profundamente dormido. –No me lo puedo creer, con el escándalo que estáis montando – todos se rieron.
-Cielo, os hemos despertado tan pronto para irnos a Madrid, al aeropuerto, ya les hemos contado a los chicos que vienen los abuelos de Belén desde su país y tenemos que ir urgentemente, ya sabes cuántos años llevan sin verse, y como sólo van a pasar aquí unos pocos días es muy importante para ella. –Me dijo María mirándonos a las dos para hacerme saber que a partir de entonces tendríamos que disimular hasta que llegásemos a Barajas y viéramos a Dani y El. Era la excusa perfecta.
-Vale. ¿Os parece bien, chicos? – les dije con cara de cachorrito.
-Claro, no hay problema, no os preocupéis – dijo Louis mientras los demás soreían.
-Perfecto, entonces voy a hacer la maleta. Vaaaaamos chico malo, tenemos prisaaaaa – dije meneando a Zayn y dándole un beso en la mejilla.
-No tranquila, ya te la hemos hecho nosotras, y los chicos han hecho la de Zayn.  Os hemos dejado fuera la ropa, la bolsa de aseo de cada uno y tu bolso grande para que metáis el pijama, la bolsita y todo lo que os sobre. Ah, y la ropa interior... –dijo Belén, y no pudo evitar soltar una risilla. Yo me sonrojé avergonzada e hice lo mismo. – Bueno, y después tendremos que irnos pitando.
-Muchas gracias, chicas – me levanté al fin y las abracé. Zayn seguía durmiendo, increíble. – Hmmm… Espero que no se asuste con lo que le voy a hacer… -me quedé pensativa y los chicos me miraron con cara de no saber de qué estaba hablando, pero las chicas si lo sabían.
-¡Y será capaz! – dijo María riéndose
-Qué bien lo sabes – dijo Belén
Me tumbé sobre él, que estaba durmiendo bocarriba, y empecé a darle besos y mordiscos por el cuello. Todos veían esto sin parar de reírse. De repente, la mano de Zayn en mi nuca nos sorprendió a todos, incluida a mí. Me acercó a sus labios y empezamos a besarnos. Yo me reí suavemente con mi nariz junto a la suya.
-Cariño, me voy a hacer el dormido todos los días de mi vida para que siempre me despiertes así – dijo entre beso y beso, con voz burlona y de dormido.
-¿Estabas despierto? – le pregunté con indignación fingida.
-Desde que me has movido como una loca y has dicho “chico malo, tenemos prisa” – Dijo intentando imitar mi voz. Todos nos reímos a carcajadas y yo le abracé dulcemente, qué perfecto era todo a su lado, y tan solo era el primer día que estábamos juntos.
-No, si tonto no ha salido el señor Malik – dijo Louis todavía riéndose. Nosotros hicimos igual.
-Bueno parejita, os hemos puesto la ropa a juego, iros arreglando para irnos cuanto antes. – dijo Niall.
-Voy – me levanté de un salto y fui a ducharme mientras los demás le contaban todo a mi chico.

Salí del baño con lo que me habían preparado: vestido azul oscuro, las sandalias blancas y mis pendientes de perlitas. Llevaba el pelo mojado, aunque no tenía intenciones de secármelo, pasaría menos calor.
-Ya estoy lista -dije
-Tu turno, DJ Malik -bromeó Liam
-Oh yes -dijo él antes de cerrar la puerta del baño.
-No tardes mucho, porfa - dijo Belén para darle aún más credibilidad al asunto.
Todos se lo habían tragado, y Eleanor y Danielle cuando hablaban con ellos, hacían como si todo fuese normal, como si no fuesen a venir ni por asomo. Parecía que todo saldría perfecto.
Zayn salió del baño con unos pantalones ajustados azul marino que le quedaban perfectos, un polo blanco con los tres botones abiertos, zapatillas vintage en blanco y un sombrero azul marino con el flequillo hacia arriba. Qué guapo iba.
Su maleta también estaba lista, así que le guardé lo que le había sobrado en mi bolso. Le daba un poco de vergüenza, aunque a mí me hacía mucha gracia, pobrecillo.
Le di un beso en la punta de la nariz y dije:
-¿Estás listo para el viaje de vuelta?
-Contigo voy a donde sea, mi niña. - Me abrazó. Qué bonito era todo esto.
-Bueno parejita, dejaros de cariñitos y vámonos. Belén tiene que ver a su familia. - dijo Harry. Vi cómo ella se sonrojaba, deseaba tanto verles a ellos así...
-No seas envidioso - dijo Zayn dándole un golpecito en el hombro. Todos nos reímos.

Hora de irnos. Abrimos la puerta dispuestos a dejar estas cortas pero inolvidables vacaciones atrás. Casi se me saltaban las lágrimas de pensarlo. Zayn lo notó y me pasó el brazo por los hombros, acercándome a él y abrazándome. Su inconfundible perfume me hizo recuperar la compostura. Le miré a los ojos y sonreí agradecida.

Fuimos en dos coches: Niall, María, Zayn y yo por un lado, y Louis, Liam, Harry y Belén por otro.
María y yo nos dormimos en el trayecto, apoyadas en los costados de nuestros chicos.

-Chicas, despertaos, vamos a estirar un poquito las piernas. - Oí la voz de Niall llamándonos, parece ser que habíamos hecho una parada en un pequeño pueblecito. Nosotras nos levantamos con los ojos entrecerrados, hacía mucho sol.
-Gracias amor -dijo María cuando Niall la ayudó a salir del coche. Él la respondió con una sonrisa de lo más increíble y la besó, qué perfectos eran juntos.
Belén, Harry, Liam y Louis vinieron hacia nosotros tres, no parecían haberse dormido en el coche.
-¿Qué tal? - dijo Belén
-Muy bien, ¿y vosotros? - dijo María
-Genial, hemos ido cantando y riéndonos todo el rato - contestó ella.
Estuvimos hablando un rato, hasta que me di cuenta:
-¿Y Zayn?
-No lo sé -me respondieron todos a la vez.
-Qué raro, cuando hemos aparcado ha salido del coche, pero no sé dónde ha ido. -dijo Niall mirando a todas partes.
Un rato después, cuando yo ya me había puesto nerviosa, Zayn salió de una tienda que parecía una casita de muñecas, era pequeña y muy bonita, y se dirigía hacia nosotros con las manos detrás de la espalda.

lunes, 30 de julio de 2012

Capitulo 12

*Narra Clara*
Ese día, los ocho madrugamos más de lo normal, queríamos ver el amanecer otra vez y pasar la mañana en la playa, y así lo hicimos: nos preparamos rápidamente después de una tranquila noche, cogimos las sombrillas, neveras, toallas, etc. y salimos de casa dispuestos a pasalo en grande. En el camino íbamos hablando de tonterías sin parar de reírnos, la felicidad era casi palpable.
Cuando llegamos, lo colocamos todo y nos pusimos la crema antes de ir a bañarnos. Las horas se nos pasaron volando mientras jugábamos con la pelota de playa, nos hacíamos aguadillas, sáltabamos las olas, y de vez en cuando salíamos a comer y beber algo.
Alrededor de las doce, nosotras nos fuimos a las toallas a descansar un rato y aprovechamos para beber un poco. Hubo un momento en el que un grupo de fans fue corriendo hacia los chicos cual leona en celo, querían hacerse fotos, hablar con ellos, que les firmasen autógrafos, etc. Nosotras mirábamos la escena perplejas sin parar de reír, recordando aquellos momentos en los que fanguirléabamos y nos volvíamos locas como ellas o incluso más.
Llegó la hora de irse a comer, así que nos fuimos al apartamento a arreglarnos, íbamos a ir a un sitio fino y los chicos invitaban, como los caballeros que eran.
Cuando terminamos, María, Belén y yo nos habíamos puesto unos vestidos veraniegos monísimos, y los chicos se habían puesto trajes para la ocasión, aunque tenían un punto informal arrebatador.

La comida estuvo buenísima, aunque los precios no eran aptos para cardíacos, nos habíamos pasado siete pueblos y nos daba pena que tuviesen que pagar tanto dinero, pero a pesar de nuestras muchas súplicas por ayudarles a pagarlo, hicieron caso omiso y lo pagaron ellos todo.
Después de esto, fuimos a dar un paseo por Marbella, para bajar la comilona que nos habíamos pegado.
Llegamos a casa a las tres y media de la tarde, así que decidimos echarnos la siesta antes de ir a la bolera y salir por la noche, plan del que los chicos nos pidieron opinión para llevar a cabo, a lo que nosotras dimos el visto bueno. María y yo juntamos las camas de nuestra habitación y allí dormimos con Belén cómodamente. Alrededor de las cinco oí la vibración de su móvil, yo tenía el sueño muy ligero, así que ya que ninguna se levantó a cogerlo, yo lo hice.
*Conversación telefónica*
-¿Sí?- dije yo en bajito para no despertar a nadie.
-Hola, ¿Belén? - contestó una voz que creí reconocer.
-¿Danielle? - dije yo peligrosamente alto, de lo que rectifiqué al instante. -No, está durmiendo, soy Clara ¿qué tal, hay nuevas noticias?
-¡Ah, hola Clara! Pues sí mira, siento decírtelo ahora, pero me lo acaban de comunicar a mi, tenemos el vuelo mañana a las dos de la tarde y me preguntaba si podríais venir a recogernos al aeropuerto.
-¡Claro que sí! -no sé por qué lo dije tan convencida, estaba emocionada pero ¡estábamos en Puerto Banús!- ¿Llegaríais sobre las cuatro, no es así?
-Sí, así es - dijo ella feliz
-Vale, pues a las cuatro estaremos allí mañana, un beso - dije yo emocionada
-De acuerdo, muchas gracias Clara, un beso.

Colgamos, y no pude contenerme, así que desperté a las chicas y las conté todo con cuidado de no gritar para no levantar sospechas en los chicos, tuvimos suerte de que no se despertasen, porque dimos algún que otro grito de felicidad.
Nos empezamos a preparar para ir a la bolera: camisetas que nos permitiesen movernos fácilmente, shorts vaqueros y zapatillas de deporte muy cómodas.
Los chicos se despertaron y se sobresaltaron al vernos ya vestidas y listas.
-Oh Dios mío, ¿qué hora es ya? - dijo Liam con una sonrisa avergonzada
-Las seis y media chicos, creo que nos hemos pasado durmiendo - Dijo Zayn al mirar a su reloj, y después soltó un leve risa. Nadie sabe lo enamorada que estaba de él.
-Qué vergüenza...- dijo Harry bostezando
-Bueno pues vamos a prepararnos, no hagamos esperar a estas señoritas - dijo Lou, y nosotras nso reímos.
-Sí - dijo Niall también riéndose, y los cinco se esparcieron por la casa, dispuestos a vestirse, peinarse, etc. en tiempo récord.
Mientras tanto, nosotras nos quedamos en el sofá hablando sobre qué clase de excusa convincente nos inventaríamos para contarles a los chicos y poder salir de allí a la mañana siguiente. Qué ilusión nos hacía, ¡íbamos a conocer a las preciosas Eleanor y Danielle!

En apenas veinte minutos, los cinco estaban listos para irnos a la bolera. Estuvimos allí alrededor de tres horas, ya que jugamos la partida que teníamos reservada, los chicos firmaron autógrafos a varios grupos de fans y cenamos en el restaurante italiano de al lado, me encantaba esa comida. En resumen fue una tarde muy entretenida. Cuando volvimos, nos duchamos para salir. Lo malo es que sólo había dos baños en casa, y tardamos una eternidad. Para matar el tiempo me puse a ver la tele mientas observaba cómo todos entraban y salían de los baños, con ganas de que llegara mi turno.

Aunque parezca mentira, esa noche no nos apeteció beber a ninguno de los ocho, y solo dos grupos pequeños de fans se acercaron a hablar con los chicos. No sé si fue por lo que pasó esa noche o por qué motivos, pero me pareció que todo salió a la perfección.
Una agradable sorpresa surgió cuando el DJ del pub puso More Than This, aquella preciosa y perfecta canción del primer álbum de los chicos, Up All Night. El DJ dijo "esta canción está dedicada a todas las parejas, disfrutadla y bailad lento." Al oír esto, Niall sacó a María a bailar mientras los demás nos quedamos sentados escuchando la canción emocionados. María y Niall parecían la pareja perfecta, bailando allí en medio de la multitud. Algo me abstrajo de mis pensamientos; era Zayn, se acababa de levantar y poner allí, delante de mi. Todos le observamos y miró a los demás con una sonrisa en la cara, y ellos se la devolvieron. Niall hizo lo mismo, y le asintió con la cabeza.
-¿Quieres bailar? - no podía creerlo, sus labios habían formulado la pregunta que yo tanto deseaba oír. El corazón se me aceleró, levanté la cabeza y encontré aquellos ojos color miel que tan loca me volvían. Estuve un instante sin responder, sin articular palabra, hasta que logré, entrecortadamente, decir:
-Claro.
Fuimos a la pista de la mano. Él parecía tranquilo, aunque le notaba algo diferente, pero yo estaba literalmente al borde del infarto.
Puso sus manos en mis caderas, y yo coloqué las mías en sus hombros. Me empecé a tranquilizar.
-Gracias por sacarme, Zayn. Me ha encantado. - dije mientras bailábamos al compás de More Than This.
-Me alegro de haberlo hecho, tenía muchas ganas y la dedicatoria del DJ me ha convencido. - Me quedé sin palabras, no podía creer lo que acababa de oir. Seguimos bailando allí, agarrados y en silencio, intentando parar el tiempo, dejando que la música expresara lo que con palabras nosotros no podíamos.
De repente, Zayn se puso a cantarla en susurros, yo cerré los ojos y sonreí, en esos instantes no necesitaba absolutamente nada más para vivir... Desgraciadamente, More Than This no era eterna, y terminó. Nosotros nos miramos y sonreímos antes de volver juntos a donde estaban los demás sentarnos. Nunca olvidaré esa noche.

María, Belén y yo volvimos al apartamento delante de los chicos, a una distancia prudente para que no oyesen que las estaba contando todo lo que había pasado en el pub. Oíamos sus voces por detrás, pero no hicimos caso, nosotras estábamos envueltas por lo que acababa de pasar.
Cuando terminé de contárselo, tuvimos que disimular la emoción si no queríamos que los chicos se enterasen, aunque apuesto lo que sea a que algo sospechaban.

Al llegar a casa, todos quisimos quedarnos afuera menos Niall, que quería irse ya a dormir. Era comprensible, llevábamos un día de lo más ajetreado. Entonces Zayn comenzó a despeinarle riéndose y diciendo:
-Venga hermano, quédate, mira qué a gusto se está.- Niall, que todavía no había dejado la bandolera donde llevaba las llaves, empezó a pelearse con él. Los demás nos pusimos a reírnos, parecían dos niños pequeños.
Mientras veíamos esto, Ziall hicieron un extraño movimiento que hizo saltar la bandolera por los aires, y desafortunadamente calló a la playa, menos mal que estaba cerrada. Todos nos quedamos petrificados. Zayn cogió el farolillo que estaba colgado en la pared y y me pidió que le acompañara ya que era quien más cerca estaba de él. Yo me quité los tacones y salí descalza corriendo a su lado.
En la playa, la única luz que se veía era la que Zayn llevaba en la mano, por lo que no pudimos separarnos.
Yo estaba nerviosa, nunca había estado a solas con ninguno de los cinco, y tener su presencia tan cerca de mí me hacía sentir esto. Y más siendo Zayn, me estaba enamorando locamente de él. Aún sabiendo que nada pasaría entre nosotros, y aunque llevásemos viviendo casi dos perfectos meses los ocho juntos, no me conseguía acostumbrar a esto.
-¿Ves algo parecido a la bandolera? - dijo Zayn con una sonrisa. Intuí que lo hacía queriendo matar el silencio.
-No, no veo nada - me reí con los nervios haciéndose una dolorosa bola en mi estómago-. ¿Y tú?
-Yo tampoco... Creo que tendremos que coger esa barquita de ahí - dijo señalando una minúscula lancha amarrada con cuerdas a las rocas - y navegar por la costa para ver si la encontramos flotando, ¿qué te parece?
- ¿Pero tú sabes controlar eso? - dije yo risueña - pensaba que tenías miedo del agua.
-No debe ser muy difícil... ¿no? - Dijo él mirándome sonriente.
-Bueno, vamos a ver qué pasa... A lo mejor te tengo que enseñar a nadar - dije yo, y él se puso a reírse con esas carcajadas suyas tan características, era contagioso. Me cogió por los hombros y me dirigió hacia la pequeña lancha.
Íbamos a unos quince metros de la orilla, con la mirada atenta en busca de la bandolera, pero no se veía casi nada. Pensé que Zayn me había tomado el pelo, porque se le daba bastante bien manejar la lancha. Supuse que habría aprendido para poder ir por el mar sin tocar el agua, lo que me hacía gracia, y a la vez me transmitía mucha dulzura. Yo solía quedarme anonadada mirando a Zayn mientras él miraba hacia alante para manejar la barca, pero unos extraños ruidos en el motor me hicieron volver al mundo real. Zayn y yo nos miramos con cara de espanto, "¿cómo vamos a salir de aquí si Zayn no sabe nadar?" pensé aterrada, pero él estaba... ¿cómo decirlo?, ¿tranquilo, feliz, quizá nervioso? No pude descifrar sus pensamientos, hasta que él interrumpió los míos.
-Al fin.
-¿QUÉ? - grité yo, finalmente los nervios me habían saturado.
-Tranquila, todo va a salir bien. - dijo en susurros, sentándose a mi lado y abrazándome. Le hice caso; sentirle cerca, tan cerca, su respiración calmada, su olor tan perfecto e inconfundible... La suma de estos factores me ayudó a aclararme las ideas, y le abracé, muy fuerte, lo más fuerte que me fue posible para ayudarle a no frustrarse debido a la situación, aunque está claro quién de los dos estaba más nervioso.
-Te quiero. - esto fue lo que me hizo enmudecer y levantar la cabeza para comprobar si las palabras que acababa de oír eran reales o me estaba volviendo loca. Allí, apoyada en su pecho, mirando esos perfectos labios y esos infinitos ojos, es donde me di cuenta de que lo que acababa de escuchar era totalmente real, palabras brotadas de la boca de Zayn... dirigidas a mi.
-¿Cómo? - logré decir, quería oírlo una vez más.
-Clara - amaba oír mi nombre con su acento -, no sé si lo has notado, pero desde que te conocí he intentado protegerte, he intentado llamar tu atención, hacerte ver que... - no podía creer que se le entrecortasen las palabras hablando conmigo, y ni mucho menos que me estuviese diciendo esto a mí, debía estar soñando. - te quiero, con todo mi corazón. Te adoro.
Seguíamos abrazados, yo apoyada en su pecho, sin articular palabra.
-Zayn. ¿me lo estás diciendo en serio? - miré hacia abajo ya que no pude seguir aguantando esa penetrante y perfecta mirada. Mi oreja quedó de tal manera que podía oír los latidos de su corazón, que se habían aligerado repentinamente. Me encantaba esto.
-Nunca he dicho nada más en serio, vida mía, cada día me despierto dando gracias por haberte conocido, por estar pasando este maravilloso verano junto a ti, y pidiendo que no se acabe nunca... Y he de decirte algo... Todo lo que ha pasado hoy, absolutamente todo, lo habíamos planeado entre todos -soltó una pequeña risa, entre pícara y vergonzosa, y yo sentí que me iba a desmayar, aunque por suerte no lo hice -, me han ayudado muchísimo, porque saben lo que siento por ti.
-No puedo creerlo... - Sonreí, sonreí como nunca, esto era de locos. Ahora ya sé lo que siento por él, lo sé con toda certeza... Le amo, le amo más que a nada en esta vida, daría cualquier cosa por él. Pero... ¿que acababa de pasar, qué acababa de decir? ¿te quiero, vida mía, todos saben lo que siento por ti? ¿Qué, todos, las chicas también? Increíble. Necesitaba procesar la información. - Eres increíble Zayn, lo siento por no decir nada, no tengo palabras - solté una risita tonta de la que me avergoncé al momento- ¿lo habíais planeado todo?
-Sí, lo del pub, la caída de la bandolera, la lancha, su rotura... todo -sonrió-. Los chicos y las chicas me han ayudado mucho, y han guardado el secreto perfectamente.
Nos quedamos así, sentados en la barca mirándonos a los ojos en silencio, un silencio que me hizo preguntarme "¿quién necesita el paraíso teniendo esto?".

Zayn me tomó de las manos y fue acariciando la piel de uno de mis brazos, haciendo que lentamente me acercara cada vez más a él. Esa mano terminó en mi cuello, y sin apenas darme cuenta, nuestros labios se juntaron. Cerré los ojos intentando guardar ese beso bajo llave en lo más hondo de mi alma.
Puse mis manos en la parte posterior de la cabeza de Zayn. Su lengua buscaba a la mía, así que hice que la encontrara. Al principio las dos se juntaron lentamente, fue mágico, y se movieron con pasión al final. Separé mis labios de los suyos, necesitaba oxígeno.
Nuestras caras quedaron separadas por pocos pero espesos centímetros. Acerqué la mía a su cuello y le di un pequeño beso, se le erizó la piel y sentí su aliento en mi nuca. Sonreí a causa de esto, y noté cómo él también lo hizo. Me abracé a él, posando mi cabeza en su hombro.
-¿Qué ha significado esto, Zayn?- dije susurrando. Estaba muy feliz, pero confusa por si sólo había sido una confusión mía y la había cagado, quería asegurarme.
-Significa que no Clara, que no te quiero -mi corazón se rompió en mil pedazos. Por suerte, siguió hablando-, sino que te amo -¡la adrenalina casi me da un vuelco al corazón!-, y aunque suene empalagoso, estoy seguro al cien por cien de querer pasar el resto de mi vida junto a ti... Pero tengo miedo de que no me correspondas -mi vida cambió en ese mismo instante. Ahí, en ese preciso momento, es cuando aprendí el significado de la palabra 'felicidad'-.
-Zayn, te conozco desde hace cuatro años, y desde el momento en que te conocí, me encantaste. Me enseñaste que si sueñas a lo grande, tus sueños finalmente se cumplen... Y el mío lo acaba de hacer -me quedé en silencio, quería decírselo, así que junté toda la valentía y la fuerza de mi corazón y lo hice-. Te amo Zayn, mucho más de lo que tú puedes llegar a imaginar, estos meses a vuestro lado, a tu lado, han sido los mejores que he vivido jamás. Te amo.
Cuando terminé, me acercó a él y me abrazó con fuerza pero sin hacerme daño, con esa dulzura característica suya. Al fin hizo la pregunta.
-¿Quieres darles esta noticia a los demás?
-Claro, claro que quiero mi amor... Que se entere el mundo entero de que nuestras vidas ya no son dos, sino una.
Nuestros susurros se convirtieron en respiraciones agitadas, y más tarde en risas y sonrisas. Zayn puso sus manos en mi cuello y nos fundimos en un apasionado y tierno beso, le amaba.
Después de varios intentos, la lancha volvió a funcionar, y nos llevó a la orilla. Al bajar de ella, inesperadamente me caí y se me empapó todo el vestido, ¡dios mío qué vergüenza! Me puse a reírme, no sabía qué hacer. Zayn me ayudó a levantarme caballerosamente y después de preguntarme si estaba bien, a lo que asentí, empezamos a reírnos a carcajadas.

Todos estaban esperándonos en la terraza, supuse que habrían estado mirando, aunque lo único que vieron habría sido la luz del farolillo. Al verlos allí, noté cómo me empezó a arder la cara, lo que significa que me puse como un tomate, tenía el vestido chorreando. Los miré a todos, uno por uno, que me correspondían con una sonrisa tranquilizadora, qué grandísimas personas. Miré al suelo, a mi vestido y pelo empapados, a nuestras manos cogidas, y finalmente a Zayn, a su perfecto pelo y a cada una de las perfectas facciones de su cara.
-Gracias, gracias por todo, sois los mejores -dije dirigiéndome a los demás-. No sabéis cuánto significa esto para mí. Os juro que no os vais a arrepentir de lo que habéis hecho -sonreí de pura felicidad, abracé Zayn y le besé con amor ante las felices miradas de nuestros grandes amigos.
María y Niall se abrazaron mientras nos miraban, y vi una furtiva mirada entre Harry y Belén, ojalá se juntasen cuanto antes y tuviesen nuestra suerte. Fui hacia las chicas y las tres nos dimos un gran abrazo.
-Sois unas putillas -dije en español riéndome-, pero sois las mejores putillas del mundo. Sin vuestra gran actuación, nada de esto habría pasado. Os quiero.
Después cogí a Liam, Louis, Niall y Harry en un fuerte abrazo y dije:
-Sois realmente los mejores, no sé cómo agradecéroslo chicos, os quiero muchísimo -tuve que aguantar las lágrimas-.
-No tienes que agradecérnoslo Clara. Gracias a vosotras por todo lo que estáis haciendo por nosotros, por acojernos en casa, por apoyarnos en todo como grandísimas directioners... Vosotras sí que sois las mejores -dijo Liam-.
-Nunca olvidéis eso -dijo Niall sonriendo-.
-Vosotras ya formáis parte de nuestras vidas -dijo un profundo Harry-.
-Gracias chicos, somos las personas más afortunadas de teneros a nuestro lado. -fui hacia Zayn y le volví a besar.
-Ejem, ejem -Lou quería llamar nuestra atención. Miramos hacia él y para mi sorpresa, sacó las llaves de su bolsillo. Yo me quedé atónita y todos nos empezamos a reír.

-Parejita, ¿queréis dormir juntos? Tenéis el cómodo sofá todo para vosotros. -dijo Harry con voz pícara al entrar en casa. Otra vez me sonrojé, y vi que Zayn me estaba mirando, lo que me avergonzó todavía más, pero parecía saber lo que pasaba por mi cabeza.
-Sí, vamos a DORMIR juntos en el sofá, ¿te parece bien, doctor Amor? - puso mucho ímpetu en 'dormir'. Nos reímos, pero después Zayn se puso serio y los demás entendieron que por ahora, lo único que necesitábamos era eso, dormir juntos. Sonreí por enésima vez en el día, parecía mentira que me conociese tan bien.
-Claro, eso es lo que he dicho, malpensados -su sonrisa ahora denotaba diversión y comprensión al mismo tiempo.
-No te preocupes Hazza, vamos a estar bien -dije yo bromeando.

Me puse mi pijama de verano en la habitación con las chicas y las conté todo lo que había pasado.
-¿Y esta noche qué, va a haber fiesta? -dijo Belén divertida, en ese momento pensé que era la media naranja de Harry, no sé cómo todavía no estaban juntos.
-Tía no te pases, son novios desde hace menos de una hora -dijo María
-No, no va a haber "fiesta". Sólo vamos a dormir juntos. Queremos sentirnos cerca, sentir nuestro amor, que sin sexo también se pueden sentir esas cosas -dije yo seria-. Chicas lo sabéis mejor que nadie, le amo, y quiero ir con pasos firmes pero seguros. No quiero separarme de él jamás -sonreí y las abracé, no sé qué haría sin ellas-. Buenas noches amores -las di un beso en la mejilla a cada una y salí de la habitación.

Volví al salón y allí, sentado en el sofá, estaba mi novio -increíble saber que podía llamarle así, qué ilusión me hacía- esperándome con la televisión encendida. Se había puesto una camiseta gigante de basket y unos calzoncillos de ositos. Al ver esto, no pude evitar reírme. Hasta con ellos estaba totalmente sexy, con ese punto adorable a su favor.
-Muy bonitos, sí sí, me gustan -dije pellizcándolos
-Sabía que te gustarían -dijo sonriendo, un poco sonrojado-. Ven, siéntate. - Le di un beso, me puse a su lado, me recosté sobre él y me pasó el brazo por los hombros.
Estuvimos hablando de nuestras vidas en el pasado, de cómo era todo antes de conocernos, etc. No le hacíamos mucho caso a la tele, así que la apagamos y encendimos la pequeña lamparita que había sobre la mesa.
Me entró sueño y se lo dije. Él apagó la lámpara. Me cogió de la cintura y me dio un dulce beso.
-Para siempre -susurró. Le miré a los ojos entre la tenue luz que llegaba de la calle y dije:
-No lo dudes, mi amor.- Le besé otra vez, sus besos eran adictivos.
-Buenas noches, mi pequeña.
-Hasta mañana -dije yo, antes de dormirme abrazada a él con una sonrisa dibujada en mis labios.

domingo, 17 de junio de 2012


Capitulo  11

Al despertarnos nos vestimos rápidamente y dejamos a Niall y a María durmiendo. Fuimos hacia la playa caminando, y en el trayecto charlábamos sobre lo que íbamos a hacer por la noche.
- ¿Qué os gustaría hacer esta noche? - preguntó Louis.
- Pues no sé, podríamos quedarnos en el puerto, donde más fiesta hay. - dije.
- Entonces no lo pensemos más, allí estaremos esta noche. - dijo Clara riéndose.
- Sois muy fiesteras ¿no?- dijeron Liam y Zayn.
- Sí, pero siempre con moderación. -dijo Clara sonriendo.
- Ya claro, con moderación... Os hemos tenido que llevar borrachas muchas veces. -dijo Harry
- A mí no me habéis visto borracha nunca. - dijo Clara con una risa burlona.
- Todavía. - dije yo riéndome. 
- A mí por lo menos ellos me han conocido en un pub y sin emborracharme, no como a otras... - dijo picándome.
- Todavía queda vida por delante para que te veamos borracha. - dijo Liam riéndose a carcajadas.
- Estoy con él. - dije, a lo que ella me dio una colleja.
Me miró con odio, y yo la saqué la lengua. Terminamos riéndonos, como siempre.
Por fin llegamos a la playa, nos tumbamos en la arena y apreciamos el amanecer escuchando como rompían las olas contra la orilla.
Cuando ya amaneció, hicimos un corro y comenzamos a hablar.
- Chicas, Liam y yo creemos que nos vamos a ir dentro de una semana. - dijo Louis
- Queremos ir a ver a Danielle y Eleanor, que hace mucho que no las vemos, ni siquiera las hemos llamamos estos días.- dijo Liam.
Clara y yo nos miramos rápidamente, no sabíamos que contestar. Yo me puse un poco nerviosa y le hice un gesto a Clara cediéndola a que ella hablara.
- Pero... os dijimos que las preguntaseis si querían venir aquí, a España con nosotras. - dijo
- No se lo habéis preguntado ¿verdad? - dije
- Es que no queremos molestaros. Creemos que ya es bastante con que nos dejéis dormir en vuestra casa algunos días, nos invitéis a comer y todo lo demás. - dijo Liam
- Pero nosotras lo hacemos con muchísimo gusto. - dijo Clara
- Y aparte nosotras fuimos las que dijimos que se vengan. - dije
- Pensadlo y después nos decís, pero no queremos que os vayáis. - dijo Clara.
- Incluso tenemos muchas ganas de conocer a las chicas. – dije
- Bueno, nos lo pensamos y luego os lo decimos. - dijo Louis
Nos quedamos una hora más hablando y después volvimos al apartamento.
Al llegar, Niall y María seguían durmiendo. Los chicos entraron haciendo mucho ruido y los regañé. Me dirigí a la habitación de Niall para despertarle ya que iba a cantarle a María.
- Niall, Niall. - dije bajito mientras le daba golpecitos en el hombro.
- ¿Qué pasa? - dijo él con los ojos medio cerrados. 
- ¿No te acuerdas lo que tenías que hacer hoy por la mañana?
- Sí, ya voy. - dijo mientras se levantaba y se empezaba a vestir desesperado.
Me fui al salón y me senté con los chicos. Nos pusimos a hablar hasta que Niall salió de su habitación.
- ¿Preparado? - pregunté mientras le sonreí.
Los demás se quedaron mirándome raro, ya que yo era la única que sabía lo que iba a hacer Niall.
- Estoy un poco nervioso. – dijo
- ¿Qué estáis tramando? – pregunto Liam
- Ahora os enteraréis. – dije con una leve sonrisa.
Niall se dirigió a la habitación de María, abrió la puerta lentamente y me miró. Yo le sonreí, él volteo la mirada hacia María, cogió su guitarra y empezó a cantar.
Al principio se notaba que María estaba un poco confundida, pero después, cuando ya se encontraba más  espabilada se sonrojó y sonrió. Después de todo eso Niall se puso muy nervioso. María lo notó, se acercó q él y le cogió la mano. Eso hizo que se tranquilizara un poco.
Al  finalizar la canción, María le besó apasionadamente. Cuando se separaron Niall la preguntó:
- ¿Eso significa que me perdonas?
- Efectivamente. - dijo un poco emocionada
Los chicos se quedaron impresionados y  al terminar la melodía comenzaron a aplaudir. Ellos se encerraron en la habitación y se quedaron hablando un rato a solas mientras los demás nos quedamos en salón viendo la televisión.
Por fin Niall y María salieron de la habitación.
- Chicos, podríamos ir a comprar algo de comer y comemos aquí.- opinó Clara.
- Vale. - dijimos todos.
- Yo voy, ¿Quién me acompaña? - dijo Liam.
- Yo te acompaño.  – dije
Salimos del apartamento y nos fuimos a un lugar de comida rápida que había Marbella.
- Una pregunta, ¿os queréis ir porque hace mucho que no veis a Danielle y Eleanor o por que no estáis cómodos con nosotras? - dije un tanto confundida.
- Estamos muy agradecidos de estar con vosotras, lo que pasa es que echamos de menos a las chicas y las queremos ver, ya que hace casi un mes que no las vemos.
- Si alguna vez decimos o hacemos algo que no os guste decírnoslo ¿vale? Que no queremos que estéis mal con nosotras.
- Tranquila Belu, eso nunca ocurrirá. - dijo sonriéndome.
Llegamos al lugar, compramos la comida y nos volvimos a Puerto Banús. Cuando llegamos al apartamento los chicos parecían que no habían comido en una semana. Se abalanzaron hacia nosotros y nos cogieron todas las bolsas. Nosotros no hicimos otra cosa que ver como se peleaban por ellas mientras nos reíamos. Cuando terminaron de pelearse pudimos comer todos tranquilos.
Después de comer, decidimos seguir conociendo Marbella.
Nos fuimos en los coches hasta el casco antiguo de Marbella y comenzamos a caminar hacia la plaza de los naranjos, que estaba cerca de donde aparcamos los coches. Allí nos quedamos un rato percibiendo el aroma de los naranjos, y después nos fuimos acercando a la costa.
- Esperadme en la playa que yo voy a por la guitarra, que me la he dejado en el coche. – dijo Niall
- Vale, intenta no perderte. – dijo Louis de broma.
Niall se fue a por la guitarra y los demás fuimos a la playa que estaba cerca de donde estábamos.
- ¿Hacemos una broma a Niall? – dijo Louis.
- Vale. –dijimos todos, aunque María que no lo dijo muy convencida pero aceptó.
- ¿Cuál es el plan? - preguntó Clara.
Louis nos contó el plan, todo detallado y cuando terminó nos escondimos detrás de unas rocas.   
Después de quince minutos apareció Niall. Empezó a mirar para todos lados y no nos encontraba, después de unos minutos llamó al móvil de Liam, él lo cogió y le dijo que estábamos en la playa que él nos había dicho. Niall comenzó a caminar sin rumbo hasta que Louis nos hizo una seña y salimos de las rocas para sentamos en la playa como si nada hubiera pasado. Cuando ya estábamos todos colocados Liam fue a buscar a Niall. Venían hablando, al llegar donde nos situábamos nos empezó a decir cosas como si estuviera enfadado pero nosotros no podíamos parar de reírnos.
- ¡Buena broma!- dijo Clara jodiéndole.
- Que graciosos que sois. –dijo con un tono de sarcasmo.
- ¿Para que te traes la guitarra?- preguntó Louis
- Para que le dé el aire. –dijo Niall sarcásticamente.
Todos nos pusimos en un corro, y Liam sugirió que cada uno de nosotros tocáramos una canción.
- Que empiece Niall, y después seguimos en orden. - dijo Louis.
Niall comenzó a tocar  la canción  Stereo Hearts. La tocaba increíblemente bien y a las chicas y a mí nos encantó poder escucharle cantar en directo esa canción después de morirnos en cada vídeo que oíamos como cantaba esa canción en sus conciertos. Al terminar aplaudimos y Niall le pasó la guitarra a Harry. Cuando por fin decidió que canción tocar, se acomodó y empezó a cantar la canción The a Team de Ed. Sheeran, era preciosa y su voz la hacia más perfecta aún. La guitarra fue pasando por todos menos por Maria, que hacía que no sabía, aunque la verdad es que sabía tocar mejor que yo y que Clara. Cuando le tocó a Maria, Niall se acercó a ella y la enseñó. María se puso colorada al estar tan cerca de Niall, y cuando terminó su canción, Niall inesperadamente la robó un beso, entonces ella se puso más colorada aún.
Cogí todas las partituras que Niall tenía en el estuche de la guitarra y encontré una canción que escuchaba mucho en mi infancia. La canción se titula The Climb. Al escuchar el principio de la canción, decidí irme a la orillas del mar ya que miles de recuerdos invadían mi mente. 
Al llegar allí, sentí unas cálidas manos sobre mi rostro, instantáneamente me di la vuelta con una sonrisa al saber que esas manos pertenecían a Harry.
- ¿Por qué estás aquí sola? - me preguntó.
- Vine a refrescarme un poco.
- Anda, súbete a mi espalda y te llevo con los demás. - dijo mientras se daba la vuelta.
- No, que peso mucho y no vas a poder conmigo. 
- ¿Qué no voy a poder contigo? Ya verás como sí. - dijo un poco enfadado mientras venía corriendo hacia mí para cogerme. - Si no pesas nada. - dijo levantándome. 
Me subió a caballito y empezó a correr mientras los chicos nos miraban con caras raras. Nosotros nos empezamos a reír como locos. Al llegar a donde estaban los demás bajé de la espalda de Harry. Los dos no podíamos parar de reír. 
Nos tumbamos en la arena y todos callados contemplamos el paisaje. 
De repente, un montón de paparazzis vinieron hacia nosotros. Los chicos se levantaron rápidamente y nos hicieron levantarnos a nosotras también. Maria y Niall corrían de la mano y Clara y Zayn intercambiaban miradas. Yo estaba un poco asustada, Harry lo notó y me abrazó con fuerza.
Los paparazzis no paraban de perseguirnos y nosotros no conseguíamos despistarles. 
- Chicos, vamos a dividirnos. - sugirió Liam.
- Vale. - dijimos a la vez.
- En media hora nos encontramos en la plaza del mar, es la ultima plaza que vimos antes.- dije rápido antes de separarnos.
Todos asintieron, mientras Louis nos agrupaba.
María y Niall fueron por un lado, Zayn y Clara por otro, Louis y Liam en otro grupo y Harry y yo juntos.
De esa forma pudimos despistar a los paparazzis.
Harry y yo fuimos los primeros en llegar a la plaza y como nos sobró algo de tiempo nos sentamos en un bar a tomar algo.
- ¿Que desea tomar señorita? - dijo el camarero.
- Tomaré un zumo de manzana. ¿Y tú Harry?
- Tomaré lo mismo que ella. - dijo mientras esbozaba una sonrisa.
El camarero se fue mientras nosotros conversábamos.
- ¿Qué te gustaría hacer esta noche? - pregunté 
- Pues no sé, yo no tengo muchas ganas de salir. Pero vosotros si queréis salir.
- Yo no creo que vaya a salir, estoy un poco cansada.
El camarero nos trajo los zumos, nos pusimos tranquilamente a tomarlos, mientras seguíamos hablando.
- Una pregunta, ¿vosotras vais a estudiar a Londres? - preguntó.
- Sí, bueno, hemos mandado las solicitudes para una beca en Oxfod. Espero que nos acepten, así podremos estar más tiempo con vosotros.
- ¿Y dónde viviríais?
- Aún no lo sabemos. Supongo que alquilaremos un piso barato, ya que no tenemos mucho dinero.- dije.
Mi móvil comenzó a sonar.
* conversación telefónica* 
- Hola chico zanahoria, ¿que ocurre?
- Belu, nos hemos perdido.
- ¿Que hay a tu alrededor?
- Pues hay un parque, que se encuentra a una calle del mar.
- Pues pregúntale a alguien.
- Vale, hay otro problema.
- ¿Qué pasa ahora? 
- Que los paparazzis nos han encontrado otra vez y estamos corriendo. 
- Vayan para la derecha del mar e intentar despistarles.
Colgamos a la vez y le conté a Harry lo sucedido y nos fuimos a ver si veíamos a alguien ya que nadie venia a la plaza.
Al no encontrar a ninguno después de media hora, Harry llamó a Niall y María. 
Al terminar de hablar me dijo lo que le habían dicho.
- Nos pasan a buscar en 10 minutos por el paseo marítimo. Han ido a por el coche. Nos recogen y nosotros vamos a por el otro coche y buscamos a los demás.
- Vale, vamos para allá entonces. 
Caminamos lentamente hasta llegar al paseo marítimo, que allí tuvimos que empezar a correr porque nos encontramos con Louis y Liam que eran perseguidos por algunos paparzzis. 
A los cinco minutos de estar corriendo, llegaron María y Niall con el coche y nos subimos rápidamente.
Los paparazzis no paraban de sacarnos foto, los flashes estaban dejando ciega.
- Vamos a por el orto coche y mientras que alguien llame a Clara o a Zayn. - dijo María sin apartar la vista al frente.
Llamé a Clara y quedamos en que los pasábamos a buscar donde estaba el otro coche. 
Cuando por fin estábamos ya todos juntos de nuevo, fuimos a la plaza del puerto, que había un lugar tranquilo y bonito.
- Me voy a comprar algo de beber ¿queréis algo? - dijo María 
- Yo te acompaño - dijo Clara.
- yo no quiero nada - dijo Louis
- Nosotros tampoco queremos nada. - dijeron Zayn y Niall.
Nos fuimos las tres chicas a un kiosco que había cerca de donde estábamos sentados.
Cuando llegamos al kiosco, vinieron tres chicos y empezaron a decirnos cosas.
- Guapas, ¿estáis solas? - dijo uno de ellos.
Nosotras les ignoramos, pero ellos seguían diciéndonos cosas. 
Cuando salíamos del kiosco cogieron a Clara y a mí del brazo. Nosotras intentamos escapar pero no lo logramos. A María uno de ellos la cogió de la cintura y la empujaba para que se acercara más a él. Empezamos a gritar desesperadamente para que alguien nos ayudara y con suerte los chicos nos escucharon y vinieron corriendo hacia nosotras.
- ¡Dejad a las chicas! - les gritó Louis.
- ¿Por qué lo íbamos a hacer? - preguntó uno de los chicos un tanto burlón.
Clara pegó una patada en la pierna al chico que la agarraba y éste la soltó. Zayn fue rápido a ver si Clara se encontraba bien. El chico le empujó y fue a darle un puñetazo en la cara, pero Clara se interpuso y el puñetazo le dio a ella.
A María y a mí no nos soltaban, hasta que María hizo un movimiento brusco con el brazo y consiguió escapar. Niall le pegó un puñetazo al chico y éste  fue a empujar a Niall cuando María se interpuso entre ellos y el empujón se lo llevo ella. María quedó tendida en el suelo, se llevó un gran golpe en la espalda. 
Yo tuve suerte y el chico me soltó sin que yo le hiciera nada. Louis, Liam y Harry comenzaron a perseguirles mientras los otros se alejaban corriendo. 
Zayn y yo llevamos a Clara rápido al apartamento ya que estaba perdiendo mucha sangre por el labio, donde recibió el fuerte puñetazo.
Llegamos al apartamento y enseguida se sentó en una silla donde la empezamos a curar. 
A los diez minutos llegaron los demás. Niall traía a María en la espalda, la tumbó en el sofá y al hacerlo se quejó porque le dolía la espalda ya que se dio con un bordillo.
Me quedé curando  la herida a Clara, mientras miraba como María hablaba con Niall. 
- Me duele mucho el labio. - me dijo Clara.
- Intento no hacerte daño.
La seguí curando con mas delicadeza. 
Cuando terminé de curar a Clara, me fui a por algo de beber y después a ver a María que seguía tumbada en el sofá.
- ¿Cómo te encuentras? - la dije.
- Me duele un montón la espalda. - dijo mientras se quejaba por el dolor.
La levanté un poco la camiseta para ver si tenia alguna herida.
- Como no te va  a doler con el moratón enorme que tienes. - dije 
Me fui a buscar una crema que tenía en el botiquín y se la puse en el moratón.
Al ratito, vino Niall con dos vasos de Coca-Cola. 
- Aquí tenéis, chicas. - dijo entregándonos los vasos.
- Gracias. - dijimos a la vez.
- ¿Qué tal estás? - le preguntó a María.
- Me duele mucho la espalda. - dijo quejándose de nuevo.
- Lo siento mucho, princesa. - dijo Niall un poco triste.
- No te preocupes, no ha sido culpa tuya. - dijo mientras le daba un beso en la mejilla.
Yo me fui con los demás a la terraza a ver el atardecer ya que no quería molestar a Niall y a María. 
Empezó a sonar mi móvil.
* conversación telefónica *
- ¿Hola? - dije 
- Hola, ¿ Belén? - dijo Eleanor.
- Sí, ¿ocurre algo? - dije mientras me iba a la habitación de Clara y María.
- Tenemos un problema, mañana no podremos llegar a España ya que hay problemas con la aerolíneas con la que viajamos y estaremos allí en dos días. 
- Bueno, no os preocupéis, el lunes os esperamos. 
Cuando colgamos, fui a contarles a Clara y María lo sucedido. 
- Clara, las chicas no pueden venir mañana, así que nos podemos quedar un día más aquí si queréis.
- Por mi me quedo, pero de todas formas, pregúntaselo a María también. - me dijo con dificultad porque tenia el labio hinchado y con heridas en toda la boca.
- Ya, pero ahora está ocupada. - dije viendo como se besaba con Niall. - ¿que tal estás del golpe?
- Bueno, me duele un poco, creo que me he hecho daño en la mandíbula. - dijo mientras se iba para la terraza con los chicos.
- Ponte hielo así no se inflama más. - dije mientras me dirigía a la habitación de María y Clara.
Me quedé un rato escuchando música en la habitación ya que en el salón estaban Niall y María. 
Después de un rato, vino Harry a la habitación.
- Voy a hacer la cena, ¿quieres algo en especial? - me preguntó.
- No, cualquier cosa me viene bien. - dije sonriendo.
Harry se dirigió a la cocina a cocinar y yo me fui a decirle a María lo de Eleanor y Danielle.
- María, no pueden venir mañana. - se lo dije en español para que no Niall no nos entendiera.
- ¿Quién? - dijo confusa.
- El tío que pasa por la calle. - dije sarcásticamente. - ¿Quién va a ser? Danielle y Eleanor.
- Ah, es verdad. - dijo riéndose. - Después hablamos.
- ¿Me dejas tu guitarra? - dije dirigiéndome a Niall.
- Sí, claro, cógela. Está en mi habitación.
- Vale, gracias. - dije yendo hacia la habitación.
Tenía ganas de tocar la guitarra y me puse a componer una canción.
Enseguida nos llamó Harry para que fuésemos a cenar.
Nos lo comimos muy rápido y después cada uno se fue a sus respectivas habitaciones. Yo me quedé en el salón con Louis, que se quedó dormido en el sofá. Yo no me podía dormir, así que entré despacio a la habitación de Niall y Zayn.
- Niall, ¿estás despierto?- dije bajito por si estaban dormidos no despertarles
- No, ¿qué ocurre?
- ¿Podrías dejarme de nuevo la guitarra?
- Claro, cógela. - dijo señalando donde estaba.
La cogí en la oscuridad y salí a la terraza a seguir componiendo la canción. 
Ya era la una y media de la madrugada y no tenía sueño. 
Sentí como unas suaves manos se posaban en mis hombros y me volteé a ver quien era.
- Bonita canción - dijo Harry sonriéndome 
- Gracias. - dije con la misma sonrisa.
- ¿La estás componiendo tú?
- Así es. ¿Qué haces a estas hora levantado?
- Me he desvelado y no me puedo dormir. ¿Y tú?
- No tengo sueño.
- ¿Me podrías tocar la canción?, si no te importa claro.
- Claro que si, pero no esta terminada.
- No pasa nada.
Comencé a tocar la canción mientras él me miraba detenidamente. Me puse un poco nerviosa y tuve algunos fallos.
Al terminar la parte que llevaba escrita de la canción, dejé a un lado la guitarra y me puse de pie mirando el mar de enfrente al apartamento. Él también se puso de pie y se acerco a mí. Miramos hacia el cielo lleno de estrellas y a lo lejos pude apreciar una estrella fugaz. 
- ¿Has visto la estrella fugaz? - me preguntó. 
- Sí, dicen que cuando ves una hay que pedir un deseo.
- ¿Y tú que has pedido? - dijo acercándose a mí.
- Si te lo digo no se va a cumplir. - dije riéndome 
Harry cada vez se acercaba más a mí y eso me estaba poniendo un tanto nerviosa. Intercambiamos miradas y ninguno de los dos decíamos nada. Estábamos a milímetros de que nuestros labios se juntaran, pero vino Clara y nos interrumpió.
 - Belu, a María le duele la espalda y necesita la crema que le pusiste por la tarde. - dijo abriendo los ojos. - Siento interrumpiros. - dijo apenada.
- La crema esta en el botiquín, cógela. - dije separándome de él y mirando al suelo. 
- Vale, lo siento de verdad. - dijo mientras iba a por la crema.
Ya eran las dos de la madrugada y tenía un poco de sueño.
- Vámonos a dormir que mañana seguro que nos vamos a tener que despertar pronto. - dije después de un bostezo.  
- Vale.- dijo entrando al salón 
Yo fui a mi cama, me senté y deje la guitarra de Niall encima de la mesilla. 
- ¿Quieres dormir conmigo? - dijo Harry.
- No vamos a caber los dos. 
- Si entramos, ya verás. - dijo cogiéndome del brazo.
Nos fuimos a su habitación sin hacer mucho ruido. Cuando pasamos vimos que Liam estaba dormido. 
Harry me guió hasta su cama, nos tumbamos y hablamos bajito para no despertar a Liam.
 - ¿Hasta cuando nos vamos a quedar aquí? - me preguntó.
- Mañana es el último día y el lunes temprano nos volvemos a Madrid.
- ¿Vosotros hasta cuando os quedáis en España? - le pregunté.
- No sé, seguramente dos semanas más y nos tendremos que ir.
- Harry, ¿estás hablando solo? - dijo Liam con los ojos cerrados.
- No... Ande duérmete.
- Vamos a dormir y así no le molestamos. - dije
Nos acomodamos e intenté dormir. Él no se dormía y yo tampoco podía. Al cabo de quince minutos él se durmió pero yo seguía sin poder dormirme así que me fui a mi respectiva cama para que durmiera mejor.
-¿Que hacías allí dentro? - me preguntó Louis.
- Me fui a dormir con Harry, pero me vengo para que el duerme mejor.
Louis me miró con una cara asesina.
- Tranquilo Lou, no hemos hecho nada. - dije riéndome.
- Ah, bueno... - dijo durmiéndose nuevamente. 
Vi como se habría la puerta de la habitación de María y Clara y de allí salía María con mala cara.
- Belén, no puedo dormir, me duele mucho la espalda. 
- Pues vamos al hospital no vaya a ser que tengas algo grave. - dije levantándome.
Nos vestimos rápido e hicimos una nota por si tardábamos mucho y no nos encontraban en el apartamento.
Salimos rápidamente para el hospital de Marbella. Llegamos y la atendieron enseguida. Paso ella sola ya que a mí no me dejaron. 
Yo me puse con el iPhone a jugar porque estaba un poco aburrida, y en un momento se me acercó un niña de unos ocho años.
- ¿Tú eres la chica de las fotos? - dijo mostrándome una revista.
Cogí la revista y miré todas las fotos que había, que eran todas las que nos hicieron en la playa por la tarde.
- Parece ser que sí. - dije devolviéndole la revista.
- ¿Cómo los has conocido? - dijo desesperada.
Le conté todo lo sucedido sin entrar mucho en detalles y al rato la llamó su madre y se tuvo que ir.   
 Después de media hora María salió de la sala a la que la habían metido. 
- Me han puesto un calmante y me han dado una receta para que compre unas pastillas. - dijo algo más contenta.
- ¿Ya nos podemos ir, verdad?
- Si, ahora tenemos que ir a una farmacia a comprar las pastillas
Nos subimos al coche y fuimos a la farmacia más cercana que encontramos.
- ¿No sabes lo que me ha pasado mientras estaba esperándote en el hospital? 
- ¿Que tontería te inventas?
- No es ninguna tontería. Hemos salido en una revista. Están todas las foto de hoy por la tarde.
- Claro, Belén... 
- Que es verdad
- Belén, te conozco desde hace mucho tiempo y cuando te aburres te inventas tonterías.
- No es ninguna tontería. Si llega a ser mentira te doy 20 euros y si no tu me los das a mi.
- Trato hecho. 
Llegamos a la farmacia, comparamos el medicamento y nos fuimos para el apartamento.
- María, allí está la policía. Estoy conduciendo y no tengo ni edad ni carnet para conducir. ¿Qué hago? - dije desesperada. 
- Pon el coche en doble fila y nos cambiamos de lugar. 
- No vas a poder conducir con el dolor de espalda.
- Tú hazlo, corre. - me ordenó y obedecí. 
Paramos en el medio de una calle y nos cambiamos de lugar. La policía nos paró y tuvimos que mostrarles los papeles del coche y a María le hicieron el control de alcoholemia.
Cuando por fin nos dejaron ir los policías, paramos en una gasolinera para comprar algo de comer. Vi que estaba la revista que me había mostrado la niña del hospital y la compré para enseñársela a María, y ya de paso la leía. Me subí al coche, Maria de copiloto y yo conduciendo. Llegamos al apartamento y  le enseñé la revista. Vio que era verdad lo que decía y no me quería dar los 20 euros. 
Comenzó a correr por todo el salón como una loca.
- No te voy a dar los veinte euros. - gritó sin parar de correr.
- Sí que me los vas a dar. - dije persiguiéndola.
María paró bruscamente.
- No voy a correr más que me está empezando a doler otra vez la espalda. - dijo quejándose.
- Que lista eres, te duele la espalda y te pones a correr como una loca por el salón. - dije.
Se abrieron las puertas de las habitaciones de Clara y la habitación de Niall.
- ¿Por qué gritáis? - preguntó Clara. 
- ¿Por qué estáis vestidas? - pregunto Niall después de Clara.
- Gritamos porque no quiere darme veinte euros que ha perdido en una apuesta. - dije observando a María.
- No los he perdido, has echo trampas. Y estamos vestidas porque he tenido que ir al hospital. - dijo María.
Les contamos brevemente lo sucedido en el hospital y lo que nos pasó con la policía.
- ¿Y qué apuesta habéis hecho? - preguntó intrigado Niall.
- Pues que si aparecían unas fotos nuestras en una revista ella me tenia que dar 20 euros, que por ciento no me los has dado.
- ¿Qué hay fotos nuestras en una revista? - dijo Clara sorprendida.
- Así es. - dije entregándole la revista.
- Chicas, ahora las van a preguntar y perseguir siempre. No responder a nada de lo que os digan, ¿vale?
- Sí, señor. - dijimos Clara y yo a la vez.
- Va enserio, chicas. 
- Vale... - dijimos alargando la e.
- Estoy alucinada de como duerme Louis, tiene un sueño profundo - dije mirándolo.
- Siempre ha sido así, hay veces que le hacemos cosquillas y ni se despierta.
- Tengo una idea. - dije con una sonrisa maligna. - Podemos pintarle la cara, ya que no se va a despertar.
- Vale, pero tú cargas con las consecuencias. - dijo Clara.
Fuimos a por pintalabios rojos y le empezamos a pintar toda la cara y los brazos con frases como ''Somos los mejores, Clara, María, Niall y Belén''
Después de pintarle nos fuimos a la cocina a tomar algo.
- Chicas, yo me voy a dormir que tengo sueño. - dijo Niall.
- Yo también me voy. - dijo María.
- Buenas noches.- dijimos Clara y yo.
Clara y yo nos quedamos en la cocina un rato más hablando.
- ¿Antes interrumpí algo? - preguntó Clara.
- Se podría decir que sí.
- Lo siento mucho, enserio.
- No pasa nada, Clara. - dije con una sonrisa.
- Bueno, me voy a dormir que estoy agotada. Mañana hablamos. - dijo Clara mientras salía de la cocina.
Ya eran las tres y media de la madrugada y yo seguía sin tener sueño, así que me quedé un rato leyendo la revista.
- ¿Puedes apagar la luz, por favor? - me dijo Louis medio dormido.
- Sí, perdón. - dije dejando la revista y tirando una zapatilla para apagar la luz.
- ¿Qué hora es? - me preguntó.
- Cuatro menos cuarto.
- ¿Y todavía no te has dormido?
- No, es que he tenido que llevar a María al hospital.
-  ¿Por qué?- dijo levantándose 
- Por el dolor de espalda. 
- Bueno, mañana me cuentas, que si me cuentas ahora pierdes el tiempo.
Se durmió rapidísimo y no se enteró ni que estaba pintarrajeado. Yo me preguntaba, ¿como se puede dormir tan rápido una persona? 
Me quede comiendo los lacasitos que me compré en la gasolinera, hasta que me quede dormida escuchando  música en mi móvil.