CAPÍTULO 16
Cuando quisimos girar las cabezas para mirarles, la
mano de Belén estaba sobre el pecho de Harry, y ella, toda empapada, se había
separado de él unos cuantos centímetros. Pude notar la preocupación en su cara,
y la tristeza en los ojos de él.
-¿Qué acaba de pasar? -le pregunté a mi novio rozando
la histeria.
-Tranquilízate, cielo; no lo sé, estaban a punto de
besarse cuando Belén ha hecho ese gesto -la voz de mi amiga nos interrumpió:
-Harry, yo te amo, más que a nada en esta vida, pero
no quiero ser una más en tu lista de romances -decía seria y triste mientras se
quitaba los mechones encharcados de la cara. Tuvo que tomar una bocanada de
aire antes de continuar -. Odio las relaciones a distancia, y estar tanto
tiempo sin verte cuando os fueseis de
gira me sería imposible, no podría sobrellevarlo.
-Pero...
-No sabes lo difícil que es para mí tener que decirte
esto -le cortó-, nunca pensé que me fueses a querer, sólo en mis mejores
sueños, pero no quiero sufrir más de lo necesario. Lo siento -dijo ella, pero
no pudo mantener la compostura y le falló la voz antes de dirigirse hacia
nosotros, que la mirábamos con preocupación y tristeza.
-Belén -dijo Harry con fuerza, se estaba aferrando al
último rayo de esperanza como si en ello le fuese la vida. Se tomó un momento
antes de decirlo-. Te quiero.
- Y yo, Harry, y yo. No sabes cuánto- contestó ella en
un susurro, sin girarse.
Yo observé cómo Harry miraba a los chicos y los cuatro
le respondían con un asentimiento de cabeza. Intuí que estábamos a punto de
descubrir otra de sus sorpresas.
-Hemos pensado tomarnos un año sabático para pasarlo
entero con vosotras. Tenemos muchos planes que consultaros. Queríamos pasar
todo el tiempo que nos fuese posible a vuestro lado, y la verdad, ya pensaba en
un futuro junto a ti -no hubo contestación de parte de mi amiga, tan solo
detuvo sus pasos, y María y yo nos miramos con los ojos como platos y la boca
abierta, esto sí que era para desmayarse; sabíamos que nuestra amiga sentía lo
mismo en estos momentos.
Levantó la cabeza y nos miró a las dos a los ojos
buscando consejo, pero nosotras la mirábamos todavía digiriendo las palabras de
Harry, petrificadas.
- ¿¡A qué esperas?! -nos sorprendió María, pero todos
supimos a lo que se refería. No podía haberlo dicho mejor.
-¡Corre!- dije yo, y se la iluminó el rostro de pura felicidad, bajo la fuerte lluvia y las nubes grises.
Dio media vuelta y salió corriendo hacia Harry. Él la recibió en un enorme abrazo y la levantó en el aire dando vueltas y vueltas, como si de una pluma se tratase.
-¡Corre!- dije yo, y se la iluminó el rostro de pura felicidad, bajo la fuerte lluvia y las nubes grises.
Dio media vuelta y salió corriendo hacia Harry. Él la recibió en un enorme abrazo y la levantó en el aire dando vueltas y vueltas, como si de una pluma se tratase.
Y, por fin, sucedió: antes de que los pies de Belén
tocasen el suelo, los labios de ambos se juntaron, creando uno de los besos más
tiernos que he visto jamás. El primer beso bajo la lluvia de nuestras
vacaciones había sido adjudicado a la flamante pareja. «Bendita tormenta de
verano» casi pude leer la mente de mi amiga. Yo estaba segura de que todos
recordaríamos este momento: el precioso comienzo de una de las relaciones que
se habían formado durante este verano, al igual que el principio de la primera:
Niall y María, y la segunda: Zayn y yo; todas con una forma diferente de
describir la perfección.
Mi felicidad seguía en aumento, y cuando al fin logré
procesarlo y entender que íbamos a pasar todo un año con nuestros chicos, no
pude evitar levantarme e ir corriendo, dando saltos, cantando y gritando hacia
Harry y Belén para darles la enhorabuena, abrazarles y besarles mil veces en
las mejillas, por lo que acabé tan empapada como ellos; me sentía eufórica. Y
como María tiene una personalidad tan parecida a la mía, tardó pocos segundos
en entrar en este mismo estado, parecíamos unas auténticas dementes. Todos los
demás se reían de nosotras, pero cabe decir que ellos se sentían igual, aunque
no se expresasen de esta manera.
Zayn vino y me dio un fuerte abrazo, al igual que
Niall hizo con María; Liam con Danielle y Lou con Eleanor. Este abrazo
consiguió hacerme parar y mirarle, íbamos a compartir todo un año juntos, él y
yo, con nuestros mejores amigos: ¿qué podría salir mal?
Me quedé pensativa; seria y perdida en sus infinitos ojos, pegada a él bajo la lluvia que no tenía intenciones de amainar, segura de que lo que estaba pasando por su cabeza era muy parecido a lo que pasaba por la mía.
Me quedé pensativa; seria y perdida en sus infinitos ojos, pegada a él bajo la lluvia que no tenía intenciones de amainar, segura de que lo que estaba pasando por su cabeza era muy parecido a lo que pasaba por la mía.
Me di cuenta de la magnitud de lo que esto significaba: nuestra relación se iba a solidificar realmente, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, y en un año hay tiempo para muchas cosas. De repente, me puse nerviosa.
Se acercó a mí y me besó, descolocando mis pensamientos y haciendo que me centrara única y exclusivamente en nosotros; en nuestro momento.
El bus llegó y nosotros nos sentamos de dos en dos
(imaginaros qué parejas hicimos), aunque yo no podía parar de pensar en el año
que estaba a punto de empezar para nosotros…
Todo un año con Zayn, Niall, María, Liam, Danielle,
Louis, Eleanor, Harry y Belén.
Hola, me encanta tu fic, podrias pasarte por mi blog? :D http://soonerorlateritwillbe.blogspot.com.es
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